13 de diciembre de 2011



Tienes la mirada profunda,
El alma vacía
El cerebro okupado.
Tienes la voluntad sometida
el corazón averiado.
Me abrazas con miedo,
Pidiéndome que te llene
Mientras desprecias
Y maltratas a quien te quiere.
Pero a mí no me importa
que estés atrofiado,
o que tengas problemas.
No me importa
que sufras, que no sepas dar
que te limites a pedir o a robar
amor, favores, o amistad.
Tienes la mirada profunda,
El alma aburrida
El cerebro oxidado.
Tienes la voluntad sometida
el corazón mutilado.
Te hablo del Amazonas
y me miras extrañado.
Te hablo del hambre
y me comes a besos.
Me detienen los malos
y opinas que algo habré hecho.
Les torturan a él, a ella, los torturan a todos,
y tú te ríes mordiendo mi pecho
y lloras porque no tienes porros.
Tienes la mirada profunda,
El alma vacía
El cerebro okupado
Tienes la voluntad sometida
y el corazón mutilado.
Buscas amor en el dinero
Objetos en el sexo
utilidad en los amigos
y coartada en tus celos.
Te crees que te quiero
Que me apenan tus ojos de cordero
Y que lamento tu mala suerte
Pero la guerra está próxima
Y sólo quiero ver colgado
Al enemigo cobarde
Al maltratador indecente.
De su pene colgado
De su ego prepotente
Al enemigo desalmado.
Tienes la mirada perdida
El alma vacía
El cerebro atascado
Tienes la voluntad sometida,
el corazón mutilado.
Tienes la mirada nublada,
El alma ensangrentada
El cerebro reventado.
Tienes la voluntad esparcida
por el suelo de tu despacho
entre vísceras y visas,
Tu cuerpo aplastado,
Y el mío liberado
Tu persona aniquilada
Y las nuestras vengadas.
Eres escoria,
Eres una alimaña
Que sólo te alimentas de la miseria humana.
Pero estáte alerta,
Vive asustado, mira a tu espalda
Que un día quizás me encuentres
Con mi amiga la guadaña
Siguiéndote, si, por la espalda…
En lugar de esperarte, como siempre,
En la esquina con minifalda,
sin bragas,
y sin ganas.