17 de octubre de 2011

fantasias frustradas

Hoy descubrí que Walter Scott se burlaba de mi desde la estantería.
Aventuras, traiciones, rebeliones y revoluciones, romanticismo puro
y duro... ¡Justo hoy que quería vestirme de posmoderna!¿Será que he soñado
con Rhapsody?
Un caballo alado me espera, lo sé porque me he asomado al torreón y
le he visto relinchar frente al foso que protege mi fortaleza.
Y yo que hoy quería correr por Nueva York con los pantalones raidos
y el pelo electrificado, con unas gafas de sol enormes gritando
piropos a los motoristas, para conseguir que alguno me llevara a...
Mierda, ahora entran mis doncellas. Tengo que vestirme. ¡No!Hoy no
quería ser princesa, ni heroína trágica...si al menos me hubieran
asignado ser la hechicera, la bruja perversa, o la agitadora
Mac Maggy,alentando a los montañeses irlandeses...en fin,
pienso, tal vez aun pueda serlo.

Me coloco delante del espejo y pregunto a las hermosas criadas:
-¿Y mi hijastra? ¿dónde está?
-Señora, usted no tiene hijas ni hijastras.
-Pues mi hermanastra entonces, o mi marido...-(Alguien a quien
amargar la existencia)
-Señora, ¿se encuentra usted bien? No está casada, ni tiene
hermanos ni hermanas...
-No, no me siento bien. ¿a donde vamos?
-Oh es eso señora, ¿está nerviosa por la fiesta?
-No me irán a casar con un viejo verde decrépito ¿no?
-Señora...
-Oh vaya, entonces con un príncipito retrasado.
-No diga esas cosas señora

Las mando marcharse.Me siento en la mecedora y silbo, con la
esperanza de que el caballo alado venga en mi ayuda...Pero ha
crecido mucho, golpea con sus enormes patas el edificio,
y después a mi con él.El suelo se abre y me engulle de nuevo,
me encuentro a un gusano simpático que me ofrece
un petilla de maría.

-Princesa, princesa- me reclaman aun mis doncellas.

Me escapo por una chimenea y aparezco en el salón de
un Rey Inglés. Hay fiesta.Vuelvo a la chimenea.

Si esto es un sueño, ahora quiero emigrar a las montañas,
quiero ser miliciana rebelde, quiero ser una india trepando
por los eternos troncos del amazonas...
Pero hay un carruaje en medio de Londres, y un Lord me
tiende su guante blanco para comprobar mi pureza y
virginidad. Me río, camino con mis zapatitos de charol y
trato de sentarme con el corsé que me moldea y no me deja
respirar. El caballo relincha y el carruaje sale
disparado. Conmigo descubro que hay dos señores. A mi
ladoel lord con un monóculo y la cara a juego, el otro,
frente a mi, lleva un sombrero abombado y un espeso
bigote. A ese no el caigo bien, pues me apunta con un
revólver. Creo que voy preparada, me palpo con
disimulo el liguero, y encuentro a mi amiga bien
afilada. ¿Qué pasará ahora?

¡Destino!, no me sirve de nada conocerte y hablarte porque
te escurres entre las palabras, construyendo un laberinto
de ensueños que me hacen crecer en deseos, y estremecerme
de miedo. Tengo el presentimiento de que un cadáver retorna
a mi cama, y no abro los ojos para ver si logro
ordenar al fin mis sueños.

Voy a ser una pantera, tras cazar una gacela, reponsando
a la sombra en la savana. Y también quiero ser un guerrero
samurai batallando contracualquier gobierno opresor. Pero
me agarra un chico y me coloca en un cestito de mimbre,
me mira sonriente y me dice: que ojos tienes gatita...

¿Gatita? ¡NO!...me escapo de nuevo...Pero de samurai
nada, llevo un maldito moño y la cara embadurnada con
una pasta blanca, los pies atados a barquitos de madera
y un kimono floreadp que de nuevo tampoco me deja
respirar. Un grupo de señores me piden que les lleve
el té. Suspiro y cuando trato de salir corriendo
caigo de cara contra el suelo. Los señores se ríen.

Me aferro a las baldosas frías, me miro y encuentro la
cara de mi antiguo lobo feroz. Aprieto los ojos pero no
despierto, ya me muerde en el cuello y estoy girando sin
control, agitándome contra sus garras, deshilvanándome
entre sus colmillos, y al punto llega la ingravidez
de mi cuerpo desvanecido. Soy la pura entrega, la
ola rompiendo.Ahora floto sobre el vacío de sus brazos.
Abro los ojos,y sigue el lobo mirándome de cerca,
satisfecho,conocedor de cada escondida tecla, tocando
las canciones que quiere escuchar, haciéndome vibrar,
como su instrumento, a placer.Le araño, le muerdo, y
él no pierde la calma,me devora con sabiduría y me
deja los huesos temblando dentro del ataúd.

Me despierto empapada. Pido auxilio, y me doy cuenta de
que no he logradosoñar con viajes en descapotable por el
desierto, ni nos hemos casado en las Vegas, ni hemos comido
uvas en el erectéion...No hemos luchado contra el maléfico
ni surcado el atlántico en un velero bergantin, ni volado
en globo 365 dias..No nos ahogamos en el Sena, ni bailamos
en la ópera, ni mancillamos Notre Damme....No hemos
secuestrado un tren para recorrer América,ni hemos alzado un
castillo sobre nuestro Dragón.

Respiro profundamente y me levanto. En casa ajena,aunque
la sienta mía, entre sábanas y besos sin mañana, y
busco el baño,para vomitar los sueños traicioneros,
para jurar que no voy a volver a soñar románticas historias
de mierda, sino que voy a ser una buena heroína del XXI.
Saldré con minifalda y dos katanas, o enfundada en neopreno
y con antifaz, a disparar con mi lanzallamas y disolver
la realidad.

Se acabó soñar: o te mato yo, o me matarás.

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