¡Yo te quiero a tí mi vida...! Pero no lo puedo evitar, soy débil, me pueden los genes...
Leo tantas noticias absurdas que he perdido la cuenta, pero esta me ha hecho pensar...¡¿Cómo explicar la infidelidad por la genética?! ¿Hay un gen que se encarga de burlar dicho pecado? ¿Por qué Dios iba a prohibir algo que ya programó como inevitable en 4 de cada 5 hombres? ¿El pecado sólo se hizo para las mujeres?
La verdad es que siempre me indignó el favoritismo de los Dioses con Mayúsculas por los varones. Siempre me pareció que son los niños mimados y consentidos a los que nunca se puede dejar solos porque la lían. Son tan golosos que los engaña cualquier Evita que les ofrezca una buena manzana, y tan celosos y egocéntricos que matan a su propio hermano por un puñado de tierra, es decir, por un puñado de poder, que puede traducirse en posesiones materiales, o posesiones familiares: como novia, esposa, hijxs etc...
Y sin embargo, siguen siendo los elegidos, los favoritos del Señor. Se les promete en la tierra y el cielo harenes, rebaños de hombres y animales, poder y libertad... Los nombran profetas, custodios de la verdad y la ley, les instituyen como jueces, padres y dueños de los Hogares y las Iglesias. Son los fuertes, libres por naturaleza, debido a su "racionalidad", y también gracias a que anatómicamente están exentos de las ataduras y responsabilidades (junto a los dolores y riesgos) de la procreación. Y no obstante, sin sufrirlo suelen ser raudos en adquirir los derechos sobre la criatura y bautizar aquello que surgió "espontáneamente" de su deseo irrefrenable, del ansia de posesión de la hembra.
Bien, claro que todo esto es cierto, porque habitan un mundo hecho y construido por y para ellos, lo que les permite vivir bastante cómodamente. Sin embargo, artículos como este demuestran que necesitan justificar sus debilidades sea como sea...porque los pobres tienen un montón de ellas...la peor de todas ellas: Nosotras.
Ellos son responsables de sus propiedades, de sus cosechas, fábricas, mujeres, descendencia, siervos y animales, y de su productibidad y rendimiento. Las grandes religiones monotéistas y patriarcales, siempre han considerado una deshonra que una mujer fuera infiel, promiscua, impura...una vergüenza para su dueño, padre, hermano o marido, y por ello se ha podido castigar dicha actitud con mucha más violencia y rotundidad que la del hombre, que no debe rendir cuentas a nadie mas que a sí mismo o a otro hombre por encima de él. Se han refugiado en mil argumentos para justificar sus tendencias: porque son más brutos, más animales, más instintivos, pq una mujer con su marido ha de sentirse satisfecha porque no diferencia amor, gratitud y placer, mientras que un hombre distingue entre el amor de su esposa y el sexo con cualquier otra...Y por tanto, se ha procedido a todo tipo de barbaridades, no sólo el asesinato o marginación de la viciosa, sino que se han comido el coco diseñando métodos de prevención como los cinturones de castidad, o la abducción del clítorix, que por cierto no sólo se ha dado en países llamados tercermundistas. Hasta hace menos de un siglo, había científicos que explicaban la promiscuidad femenina como locura o histeria y que la mejor forma de evitar que una mujer quisiera divorciarse era eliminando esa problemática fuente de placer. Estos eruditos norteamericanos constataban a principios del siglo xx que 3 de cada 5 mujeres que se querían divorciar, al aplicárseles esta higiénica medida abandonaban el deseo perverso del divorcio. Y este no es más que uno de lo muchos ejemplos que podrían darse. Pues el placer femenino en lo referente al sexo siempre se ha considerado algo como mínimo sospechoso.
Me atrevo a afirmar que el deseo de conocer otros cuerpos, de mantener otras relaciones sexuales y/o amorosas con diversas personas no es algo ni absolutamente genético, ni cultural cien por cien, y que como todos los gustos, costumbres, hábitos o tendencias, proviene de una educación, de una estructura social por un lado y por otro de la curiosidad humana, de su sociabilidad innata, del aborrecimiento de lo rutinario y conocido....El hecho de censurarlo proviene de intereses políticos y económicos, que han generado una estructura recia de prejuicios morales. Los machos quieren esparcir su semilla, dejar huella en la especie con la mayor cantidad de hembras posibles. Pero las mujeres también sienten anhelos de conocer a otros, de enamorarlos, de saborear distintos cuerpos y distintas personalidades, sólo que el miedo inculcado es mayor. Está peor visto, ser un bruto es algo natural en los hombres, "pobrecitos, no lo pueden evitar"...,una mujer...una mujer es una zorra, una puta,una desviada, degenerada, enferma...en resumen es mala, lo suyo noes perdonable.
Un amujer que libere su líbido no lo hace por puro placer y vitalismo, sino porque quiere dominar a los hombres con el sexo...arrebatarles su cetro y trono que heredaron por derecho natural...Quiere doblegarlos y domesticarlos a través de las rendijas de la piel...¿Y no es eso acaso lo que han hecho ellos con nosotras através de mecanismos como la mentira de la fidelidad? Ser fiel literalmente es no mentir, y así, nos hacen infieles, porque nos obligan a mentir: Nunca me iré con otro/a...Cuando debiéramos decir: ahora quiero estar contigo, en el futuro, no se quién seré, que querré, cómo serás, a quien conoceré...O incluso a veces: si, quiero estar contigo pero también con fulanito y menganito, o si conozco a otro zutano pues también me gustarái probar con él. En todo caso, partiendo del deseo de monogamia y de un amor exclusivo ¿Cómo voy a saberlo? A no ser que me obliguen a hacer lo que no quiero...entonces no me seré fiel a mí misma/o. ¿Ese gen de la fidelidad cual es? No lo tiene ningún animal, y menos los seres humanos..Hacernos esclavos por una palabra, por un momento en que deseamos algo pero no sabemos si lo desearemos siempre, o sí sólo desearemos eso...y si seremos deseadxs igual...
No, la infidelidad es un gen como el gen de la envidia,como el gen de la mentira, como el gen del asesino...cada gen tiene su pecado, o cada pecado tiene su gen, y con eso se explican muchas cosas, pq contra lo que planteaba al principio, no es contradictorio que haya pecados para repudiar la naturaleza, sino que lo más natural es censurar aquello que no podemos evitar. Parece que somos hipócritas(¿por naturaleza?) somos los únicos animales que sabemos mentir, y sadomasoquistas, buscamos cómo complicarnos y sufrir por puro gusto. Aumentamos el placer de hacer ciertas cosas por el morbo de realizar algo prohibido pero que no podemos evitar...y que al prohibirlo nos da la impresión de que somos libres de hacerlo, de transgredir la norma...de ser diferentes almodelo establecido...El pecado es atarse a algo o a alguien para siempre, de forma exclusiva, negar la diferencia y la variedad de momentos en la vida que se le ofrecen a uno y que lo transforman...porque a uno le guste una silla no debe sentarse toda la vida sólo en esa silla, aunque sea para siempre su silla favorita..para valorarla deberá probar otras..la fidelidad es un engaño, se lo inventan los reyes para tener a sus súbditos sometidos de por vida, los curas para tener a sus fieles engañados y asustados, los maridos para poseer a sus esposas.. y quienes acatan estas mentiras lo hacen sobre todo por miedo, a la soledad, al castigo o a la muerte...
¡Que bien se lo montan algunos genes..!
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